Las primeras concepciones del Cosmos tuvieron una interpretación religiosa.

30 de mayo del 2010

Desde el principio el hombre observaba, se preguntaba y a través de su experiencia aprendía.

Contemplaba cómo caía el agua desde las alturas en forma de lluvia, preguntándose: ¿cuál es la causa?, ¿quién vierte ese agua desde el cielo?.

Observaba cómo se acercan las olas desde el interior de los mares rompiénsose en las orillas de las playas o contra las rocas; para volver a preguntarse: ¿quién empuja esas olas hacia afuera?.

Se asombraba, aturdido, al ver cómo salían gases y piedras del interior de los volcanes con tanta fuerza; surgiendo una nueva pregunta: ¿qué o quién lo motiva?.

Se percataba asimismo, de la relación existente entre las estaciones y las cosechas: unas con lluvia, y otras con sol.

Tras mucha observación fue aprendiendo y descubriendo algunos principios y leyes naturales, pero había otros fenómenos que no conseguía entender, superaban su capacidad de discernimiento. Entonces, comenzó a imaginar mitos  que resolvieran sus dudas creando con su imaginación la existencia de los dioses, que los consideró como seres superiores a él, que provocaban las lluvias, las olas y demás efectos naturales. Todos estos seres mitológicos habitaban en mundos inalcanzables para el hombre.

Si estos fenómenos producían daños, como las inundaciones, los terremotos, las erupciones de los volcanes, o las sequías; los humanos lo achacaban a que eran provocados por la ira de las divinidades en venganza de alguna mala acción del hombre. Para neutralizar este mal proceder, el hombre se dirigía a lo divino ofreciéndoles sacrificios para demostrarles su sumisión a cambio de librarse de tantas calamidades.

Pasaba el tiempo. Nuestros antepasados dejaron de ser nómadas para asentarse en un lugar, formando pequeñas comunidades. Aparecen las primeras ciudades.

Todas estas creencias dieron lugar a la creación de  las antiguas religiones mitológicas y politeistas, surgiendo con ellas los sacerdotes, que asumieron la misión de comunicarse con los dioses. La comunidad otorgó a los sacerdotes la competencia de organizar los cultos, para ello se construyeron los templos donde se oraba y se ofrecían sacrificios a los dioses. Eran los encargados de organizar las ceremonias y adquirieron un estatud privilegiado dentro de la comunidad, que con el tiempo, les permitió imponer los dogmas o creencias que la comunidad debía de aceptar, y que ellos consideraban los más favorables para sus intereses, argumentando que eran por encargo de la divinidad, nombrándose a sí mismo, como los únicos representantes legítimos de los dioses. Los creyentes aportaban donativos para el mantenimientos de todo lo religioso y los sacerdotes lo administraban.

Las comunidades iban creciendo,  organizándose en ciudades estados y para defenderse de las agresiones de otros grupos formaron sus ejércitos y estructuras de poder político, al mando de todo estaba el líder o el rey.

El conjunto de estas circunstancias, les permitió a los sacerdotes, asentados ya como clase social, influir políticamente, lo que les posibilitó establecer una fuerte coalición con los reyes o mandatarios, que eran los que ejercían el poder político, ostentando el mando del ejército y las fuerzas del orden, que pronto se dieron cuenta del beneficio de esta alianza, así el poder de los reyes les venía de la gracia de los dioses. A veces, el título de rey y de sumo sacerdote recaía en la misma persona.

Con la aparición de la escritura comienza la Historia.

Hace unos seis mil años aproximadamente (4000 años antes de la Era Común), surgieron las primeras civilizaciones en Egipto y Mesopotamia (Oriente Medio). En un principio vivieron los sumerios entre los ríos Eufrates y Tigris. Tras las ciudades estados se formaron los imperios, como el Asirio y el Babilónico. En Egipto se desarrolló la civilización Egipcia.

Los sumerios, asirios y babilónicos tenían una visión cosmológica  basada en la mitología religiosa politeista. “An” o “Anu” era el dios supremo del cielo. “Ki” o “Enki” la diosa de la tierra. “Sin”, dios de la luna. Y “Enlil” dios de los vientos y de la agricultura. El lugar donde vivían estos dioses era conocido como el “Dilmun”. Esta mitología está narrada en textos acadios, donde de forma novelesca se trataban asuntos filosóficos, teológicos y políticos. Marduk era un dios babilónico que se veneraba en la época de Hammurabi.

A orillas del río Nilo, floreció el imperio egipcio durante algo más de tres milenios (entre los años 3100 al 31 antes de la Era Común). Terminó con la invasión romana. Este imperio se divide en varias etapas: Época predinástica, Época Tinita, Reino Antiguo, Reino Medio y Reino Nuevo. En algunas etapas el clero tuvo un gran poder. Los faraones construyen grandes obras de piedra: pirámides y mastabas. También construyeron grandes fortalezas, diques y pantanos, estos últimos para controlar las aguas del Nilo.

La religión egipcia era politeista y veneraban a los antepasados, de forma que la adoración al espíritu de un difunto ayudaba a superar momentos difíciles en la vida terrenal, según sus creencias. Los dioses de esta mitología estan referidos en los textos de las pirámides situados en las cámaras y antecámaras de los sepulcros de las pirámides. Las historias de esta mitología tenían como misión, principalmente, la explicación de los fenómenos naturales, unas veces, y la enseñanza moralista para el buen comportamiento, otras.  “Atón” fue el dios del disco solar, que daba vitalidad. En algunos momentos este dios fue único (monoteismo). “Isis” era una de las diosas más importantes de la mitología egipcia, esposa de “Osiris” y madre de “Horus”. “Isis” representaba la fidelidad conyugal y era la gran madre. Los dioses de esta mitología tuvieron mucha influencia, después, en la religión de Grecia y Roma. “Amón” es la deidad del aire, luego se le asoció a “Ra”, dios solar, como “Amón-Ra”, que corresponde a Zeus y Júpiter en las mitologías griega y romana respectivamente.

Por esta época, habitó una comunidad, en esta misma zona, conocida por “el pueblo de Israel”, sus componentes eran los judíos o hebreos. Se distinguió por sus creencias religiosas monoteístas,  escritas en un conjunto de libros llamado “El Tanak”, que los cristianos conocen como Antiguo Testamento, inspiradas por Dios, según sus creencias. El primer libro de este conjunto es conocido como Génesis, es el primero de un grupo llamado la Torá, conocido, después, como el Pentateuco. En él se describe la creación del Mundo por su único Dios al que llamaban Jehová.

Según el Génesis, el mundo fue creado en seis días por Yahvé o Jehová, descansando el séptimo. Cuenta este libro, que al principio Dios creó el Cielo y la Tierra (la Tierra era un mar profundo cubierto de oscuridad con el espíritu de Dios moviéndose sobre las aguas); luego separó la luz de las tinieblas, a la luz le llamó día y a las tinieblas noche, y esto fue en el primer día.  En el segundo día creó una bóveda separada de las aguas a la que llamó Cielo. En el tercer día juntó las aguas para que apareciera lo seco a lo que llamó tierra y a las aguas las llamó mar. En el tercer día Dios ordenó a la tierra para que diera toda clase de plantas, hierbas y árboles que dieran frutos. En el cuarto día creó el Sol, la Luna y las estrellas para que iluminaran los días y las noches. En el quinto día creó los peces y las aves. El sexto día creó los animales terrestres.

Como se aprecia es una descripción mítica, casi pueril sobre la creación del Universo.

Los preceptos y enseñanzas de la religión judía, que se narran en la Tanak sirven de base a otras religiones monoteistas, como son la cristiana y musulmana.

Después hubo otros imperios y pueblos que destacaron en la historia, con sus religiones; teniendo de común, todas ellas, la necesidad de dar respuestas rápidas a lo que no sabían explicar de otra manera.